Ya se ha acabado lo bueno, y esta vez no ha sido breve. La Marina Alta al completo ha disfrutado de un puente laboral, donde algunos, incluso han dispuesto de nueve días festivos. El 6 de diciembre, día de la Constitución, ha caído en martes y el 8, la Inmaculada Concepción, en jueves; todo un festín que algunos han sabido aprovechar muy bien. Nuestra comarca ha dado la bienvenida a muchos turistas que se han decidido bien por el turismo rural o el de costa. Las cifras lo dicen todo: un 70% de ocupación en nuestros alojamientos. El turista nacional se ha recorrido nuestro país y, por supuesto, nuestros pueblos.
Pese a que las lluvias han hecho acto de presencia en gran parte de la Comunidad Valenciana, no por ello se han producido cancelaciones. Las temperaturas, aunque estemos en diciembre, se han portado para compensarnos. Paraguas y chaqueta que no falten, pero con la alegría de días por delante para relajarnos y cambiar el tercio, que siempre se agradece.
Los hosteleros y el comercio en general, comienzan a respirar un poco, después de la crisis de la pandemia, aunque sí que es cierto que ellos están notando el incremento de los precios de las materias primas que no puede traducirse, dicen, en una subida proporcional para el cliente. En este sentido, comentan que los precios en el sector han subido debido a la guerra en Ucrania, pero tan solo de forma moderada para que el visitante no deje de visitarnos.
Sea como sea, está claro que los españoles han querido salir de casa para conocer nuestra Marina Alta, algunos han vuelto a repetir destino y otros nos han descubierto durante estos días que ya han quedado atrás.