Cuando por el mes de julio de 2016 se paralizó el servicio del Trenet de Dénia a Alicante, nos vinieron los temores pensando que volvíamos al año 1974 cuando se paralizó el servicio de Dénia a Carcaixent y nunca más volvió a circular. Algo que causó mucha indignación, pero no vamos a criticar más de lo que se ya se hizo.
Ahora volvemos al 2016. Entonces se indicó que se acababa con el servicio por motivos de seguridad, algo incomprensible, cuando los vagones nuevos son más seguros, pesan menos y están mejor adaptados; aunque sí se podía entender que se paralizase para mejorar puntos concretos. Recuerdo que el presupuesto de licitación fue de 53.000.000 €, y se pretendía abrir el servicio en breve.
Pues bien, el día de abrir la línea llegó, fue el pasado 16 de enero de 2023; algo más de 6 años y medio de obras, con un coste de más de 150.000.000 € (casi tres veces más del presupuesto) y con un servicio lento que deja mucho que desear a la hora de unirnos con la capital de la provincia (más de 4 horas) con transbordos incluidos (Teulada y Benidorm), vamos una odisea.
En la inauguración se mencionó que no era un tren de larga distancia, era un tren para hacer comarca, para vertebrar Dénia con Gata o Teulada y poco más; entonces me pregunto, ¿para eso es necesaria tanta inversión, tantas obras y tecnología? ¿Por qué nos apartamos de las capitales que es donde tenemos las necesidades de conexión (médicos, burocracia, servicios de Consellería, etc.) Ahí debemos desplazarnos en autobús o en coche particular. ¿Por qué se nos vende la idea de que el servicio va a estar cuando al fin no se va a utilizar? ¿Qué hemos ganado respecto a 1915 cuando vino el primer “trenet” de Alicante a Dénia?
No le veo sentido a la obra e inversión realizada; sinceramente, creo que esto es la antesala de poder indicar que como el servicio es deficitario y nunca se va a poder amortizar, acabarán cerrando o privatizando la línea, pero no quiero ser destructivo, prefiero ser constructivo, estamos a tiempo.
Se podría pensar en dotar de tres trenes de ida y tres de vuelta, con paradas en Dénia, Benissa, Benidorm, Villajoyosa y Alicante, que hiciesen que ese trayecto fuera más rápido (alrededor de 1 h 45 min.) y el resto que realizasen las paradas indicadas (46) o mejor aún, unas paradas y los otros que hicieran otras. De este modo y sin aumentar la velocidad prevista -por las normas de seguridad- harían un viaje que por un lado vertebraría la comarca y por otro daría servicio con la capital. Asimismo, al reducir el número de paradas, estaríamos agilizando el viaje y no perderíamos, por ejemplo, 1 h 40 min de Dénia a Benidorm, trayecto que en vehículo propio no superas los 40 min. Entonces sí que estaríamos dando soluciones.
Da que pensar, ya que si lo que buscamos es dar servicio y reemplazar el vehículo propio, es importante ese desdoblamiento de línea, sobre todo para llegar a las ciudades más grandes.
Mario Vidal, Gent de Dénia