María, una vecina de Dénia, había llevado a su hijo de 9 años a urgencias en el Hospital Marina Salud de Dénia y en las semanas posteriores comenzaron a hacerle una serie de pruebas con carácter urgente, entre ellas una resonancia en la cabeza. Mientras le hacían la resonancia a su hijo le pidieron que esperase fuera. Terminó la prueba y le dijeron que no podían informar de los resultados, que eso era el médico quien se encargaba, en una cita posterior. Esperó a que le dieran los resultados, pero no estaban completos, había que continuar esperando. Como estaba un poco preocupada por la situación de su hijo, decidió irse a un hospital privado para tener otra opinión y agilizar la angustiosa espera. Para ganar tiempo en posibles pruebas que pudieran pedirle duplicadas, solicitó el historial médico en Marina Salud, pero la sorpresa fue mayúscula.
El susto fue tremendo para María, cuando fue a consultar el historial se encontró con una serie de enfermedades que desconocía que su hijo tenía. Páginas y páginas con una resonancia que no sabía que había sido de tantas partes del cuerpo y sin su consentimiento. Después de pasar un rato de angustia, leía tan nerviosa que no se había dado cuenta de que en realidad ese no era el historial de su hijo sino el de otra persona. Nombre, apellidos, DNI, domicilio, teléfono y un sinfín de datos de todo lo que le pasaba a otro paciente; un historial de más de cincuenta páginas.
“He pedido el historial médico de mi hijo y me han dado el de otro paciente. Pero lo peor de todo es el susto que me he pegado. Pensaba que mi hijo tenía enfermedades que el médico me había ocultado y creía que le había hecho la resonancia en más partes del cuerpo sin mi consentimiento”. “Nadie puede pensar que se han confundido de persona cuando te piden hasta el libro de familia para conseguir el historial de tu propio hijo”.
Como bien sabemos, la ley de protección de datos es un asunto que se está tomando muy en serio en cualquier ámbito, pero en algunos en especial, como el de la sanidad. Este caso, el de María -a quién preferimos ocultar su identidad y la de su hijo menor- no es un caso aislado, ha habido diversos. En otras ocasiones por el simple hecho de compartir nombre, le han dado un historial a un paciente que no le corresponde. Una vecina de Gata de mediana edad, llegó a su casa con un historial que lo único que le correspondía era el nombre, nada más. “El problema de estos errores es que pueden desencadenar una serie de consecuencias que mejor no pensar”.
Las personas que se han visto vulneradas han facilitado la documentación a este medio de comunicación, a Marinaalta.es, para corroborar los hechos. No es la primera ni la décima vez que el Hospital Marina Salud de Dénia es cuestionado o visto en causas judiciales.
