Después de diecisiete días de vacaciones de Navidad, hoy los escolares de la Marina Alta han vuelto al cole y al instituto. Volver a la rutina no va a resultar fácil, pero no queda otra… lo bueno se ha acabado. Fin a los días donde no había hora para levantarse ni tampoco para acostarse. Son jornadas un poco duras y algunos incluso se enfrentan al síndrome postvacacional.
Hoy el despertador ha sonado, sí, después de unos cuantos días sin escucharlo. No ha sido sencillo hacerle caso y ponernos en marcha. Y es que las vacaciones nos permiten esos momentos a los que uno enseguida nos adaptamos: horarios más flexibles y días con tiempo para el ocio. Los niños y adolescentes de la comarca han disfrutado en familia y con amigos de además, permitirles hacer lo que les gusta.
Es por todas esas comodidades por las que ahora les cuesta adaptarse a la vuelta al cole. Según el estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria son solo entre el 5% y el 8% de niños los que sufren las consecuencias físicas y psíquicas de este final de las vacaciones.
Los síntomas más habituales son fatiga, falta de apetito, molestias estomacales, tristeza, irritabilidad, trastornos del sueño y cuando vuelven al cole, falta de concentración en clase. Estos síntomas pasan a los pocos días, se van superando y van entrando en la rutina cotidiana. ¡Feliz vuelta al cole!