Las calles de Dénia amanecían hoy melancólicas, y es que las Fallas han dejado un reguero de fiesta y alegría que todos han aprovechado hasta el último momento. Un fin de semana marcado por la ofrenda y la devoción a la Virgen y, por supuesto, el acto que marca el final de la fiesta: la Cremà. Es la guinda a todo un año de trabajo y dedicación, es el acto que congrega a más visitantes y, por supuesto, el más emotivo para los falleros.
Las fallas 2023 se han marchado con el fuego, símbolo de la renovación, para comenzar un año nuevo que llega con el inicio de la primavera.