El CDIAT Marina Alta, el Centro de Desarrolla Infantil y Atención Temprana, lanza un SOS para no perder el concierto a finales de año, con la Generalitat, y mantener esta atención a menores de entre 0 y 6 años. Este centro público, gestionado por la asociación Ludai, desde hace más de 10 años, es el único de estas características para los 33 municipios de nuestra comarca.
Ayer, por la tarde, sus responsables ofrecían una reunión informativa, en la Casa de Cultura de Dénia para explicar su actual situación tras la instrucción de julio de 2022 y el nuevo decreto de marzo de este año de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y cómo les están afectando estos cambios. Encuentro al que acudieron familiares usuarios del CDIAT, además de representantes de partidos políticos de Dénia, Ondara y Gata de Gorgos.
Instrucción y decreto que, entienden, estos profesionales comprometen la atención personalizada que se ofrece a los menores, debido, principalmente, a las nuevas ratios establecidas y la falta de espacio en sus instalaciones.
No obstante, este último es un problema que arrastra, ya incluso, de antes. La falta de espacio, de instalaciones por el volumen de menores a los que están atendiendo.
Desde que el CDIAT se pusiera en marcha en 2012, su sede está en Dénia, en un local alquilado. Pero ante la falta de espacio en el centro se buscaron otras soluciones, y el Ayuntamiento de Benissa les cedió dos aulas, donde atienden a los usuarios de ese municipio, Calp y Teulada-Moraira.
Esta falta de espacio se ve agravada, con la nueva instrucción, en la que se les obliga a atender 7.168 sesiones al año; lo que implica aumentar el número de menores de los 110 actuales a los 188. Al respecto,la directora del centro, Laura Llorca exponía que en la actualidad están atendiendo a 139 usuarios, pero les faltan todavía 49 para llegar a lo fijado por Conselleria. Y a esta situación se suman las instalaciones de Benissa, que la Administración Autonómica todavía no ha validado. Si no cumplen, podría no renovarse el concierto, por parte de la GVA, a finales de año.
A esto se suma que en la instrucción se fija también que a las familias de nueva incorporación se dé al menor una sesión por semana. Y en caso de necesitar más, justificado por el propio centro, es un equipo de la Conselleria el que debe decidir y dar el visto bueno a esas dos sesiones semanales, pero este grupo todavía no está creado.
Por otro lado, en el decreto (de marzo de este año) se prima que las sesiones sean en el entorno del menor, y no en el centro. Algo un poco complicado para una comarca con la extensión de la nuestra y siendo el CDIAT el único centro para atender a los 33 municipios.
Parte de la solución pasaría por contar con un centro más grande. De hecho, en el decreto también así se indica, la necesidad de dos salas más para este centro, una de reuniones, una de actividades y un cuarto de baño.
Se evidenciaba, por parte de los profesionales, la necesidad de unas instalaciones más grandes para poder incrementar las plazas, para que les renueven el concierto, a final de año. Aspecto del que tomaron nota algunos de los representantes políticos allí presentes.
Asimismo, ponían de manifiesto ciertas demoras de la Conselleria en los pagos. Se señalaba, por ejemplo, que el pasado mes de diciembre, los profesionales estuvieron a punto de no cobrar, el último pago se había realizado en junio. Ahora, de este 2023, han ingresado hasta febrero.
Por último, la presidenta de Ludai, Maite Cabrera lanzaba un mensaje final, a los presentes, señalando que es “momento de que se apoye a una asociación que ha luchado para que haya un servicio público” de estas características en la Marina Alta.