El Poble Nou de Benitatxell sigue dando pasos para recuperar su Lavadero de l’Abiar, un importante símbolo del patrimonio local que fue soterrado cuando se construyó la carretera en los años 70. Con la coordinación y el trabajo conjunto de arqueólogos, arquitecto, aparejador, jefe de servicios municipales y operarios de la brigada, esta semana se han iniciado los trabajos para la canalización del agua y la limpieza de la zona arqueológica.
El pasado mes de febrero, tras una campaña de excavación, se confirmó su hallazgo y su buen estado de conservación. No obstante, el nivel freático del terreno inundaba constantemente el área de excavación y la llenaba de lodo y agua estancada.
El problema, tal y como señala el equipo de expertos, es que “la acequia actual se construyó un metro por encima de la acequia antigua, por lo que ahora el agua intenta subir, pero como hay una buena diferencia de nivel no puede y lo inunda todo”. Tras estudiar la mejor solución para encauzar el agua, se ha optado por abrir una acequia paralela a la actual canalización, colocar tuberías nuevas y conectarlas con la antigua acequia.
Además, tras la canalización del agua, los arqueólogos de Arqueo Inventario, que están al frente de la Oficina de Patrimonio y Arqueología local, también van a proceder a limpiar el área a mano minuciosamente. El objetivo es dejar la zona completamente aseada, que se identifique el muro del lavadero actualmente destapado con el pavimento y todos los materiales, y, finalmente, hacer el área accesible para que la gente pueda visitarlo e, incluso, bajar a verlo in situ. Asimismo, la zona del merendero de l’Abiar también recuperará el estado anterior a la excavación.
Estos son los pasos más inmediatos, pero la intención en un futuro próximo es excavar y abrir por completo el lavadero para restaurarlo, recuperar este tesoro del patrimonio local y musealizarlo con el objetivo de que vecinos y visitantes puedan disfrutar de él como antaño.
