El helado artesano ha sido el protagonista del ‘primer café’, en Dénia FM, de este viernes 26 de enero, con la presencia de Marco Miquel, responsable de la heladería Miquel Gelater en Dénia, presidente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos, y vicepresidente de Artglace, la Confederación de Asociaciones de Heladeros Artesanos de la Comunidad Europea; recién llegado de participar como comisario en el prestigioso Gelato World Cup en Sigep, en Italia.
Precisamente, con Miquel hemos conversado sobre su participación en el mismo, y lo que supone este evento profesional, el más importante del mundo dedicado al helador artesanal.
Respecto al momento actual que vive el sector heladero español, señala que se ha visto una evolución en los últimos 4-5 años. Los heladeros quieren elaborar productos diferenciados del resto. Y ello se observa, apunta, en la demanda en Anhcea de cursos de formación para saber elaborar sus propios helados, cursos a los que acuden personas llegadas de diferentes partes del mundo.
En cuanto al consumo de helados en invierno, indica que en las grandes ciudades sí puede haberse producido un aumento respecto a otros años, pero por el volumen y la afluencia de gente; no así en las ciudades más costeras. Miquel considera que «la climatología marcará la desestacionalización».
El helado es el único alimento al que el Parlamento Europeo ha dedicado un día, el 24 de marzo. Este 2024 el sabor del año es el ‘helado de creppes’, siendo elegido por Bélgica.
Miquel también se ha referido a las tendencias en el sector. Asegura en los últimos años se han creado grandes sinergias con la gastronomía, y se está implantando el helado gastronómico. En cuanto a las heladerías, las tendencias las marcan las intolerancias alimentarias.
Y ha resaltado el trabajo que se realiza desde la Marina Alta en el sector del helado artesano, señalando nombres como Álvaro Verdú u Óscar Palacio, quienes han participado también en diferentes campeonatos. Asegura que la comarca «está muy bien representada». Miquel manifiesta que «personalmente creo, que el helado español nada tiene que envidiar al italiano», lamentado, eso sí, que «nadie es profeta en su tierra».