Festes

Lucía Serrano y Vanessa Garrido, Abanderadas Mora y Cristiana 2024 en Xàbia

Lucía pertenece a la filà Baharis y Vanessa, a la filà Faciners. Su proclamación es el 17 de febrero en el marco de los actos del Mig Any Fester
Lucía Serrano y Vanessa Garrido, Abanderadas Mora y Cristiana 2024 en Xàbia / Redacción

Las fiestas de Moros i Cristians de Xàbia ya tienen representantes para este año. Lucía Serrano Osca y Vanessa Garrido Astorgano serán las Abanderadas Mora y Cristiana de 2024.

Lucía representará al bando de la media luna y pertenece a la filà Baharis y Vanessa, de la filà Faciners, representará al bando de la cruz. Su proclamación e inicio de su andadura como máximos cargos de la fiesta tendrá lugar el próximo sábado 17 de febrero durante los actos del tradicional Mig Any.

Las dos jóvenes llevan la fiesta en la sangre desde que nacieron. Lucía tiene 19 años y quiere formarse en Auxiliar de Enfermería. La próxima Abanderada Mora tiene sangre Baharis. Sus abuelos fueron fundadores de la filà en 1986 y sus padres son puntales de la misma a día de hoy. Desde que nació ha formado parte de la familia de marineros del bando moro, desfilando todos los años a excepción del pasado 2023. Reconoce que, desde que era pequeña, tenía ganas de ser Abanderada y con su trayectoria, era obvio que, en algún momento; la característica banda verde se posaría sobre su hombro y ese momento ha llego en un año muy especial ya que la filà Baharis tiene el honor de ostentar la Capitanía de 2024.

Por su parte, Vanessa tiene 29 años y trabaja en el sector inmobiliario. Forma parte de la fiesta a los seis años. Su primer amor dentro de la fiesta fue el bando moro. Empezó desfilando en la filà Schaitans donde estuvo hasta 2014. Su pertenencia a ella hizo que su padre, todo un festero reconocido a día de hoy, también se sumara. En 2015 no desfiló y se prometió a sí misma “que eso nunca volvería a pasar”.

Así, en 2016, a raíz de la primera Capitanía ostentada por la filà Faciners, volvió a participar en la fiesta, esta vez en el bando cristiano. Desde entonces forma parte de esta joven filà que cumple su décimo aniversario. Ahora, merecidamente y tras años formando parte de la fiesta, recibe el cargo de Abanderada “con mucha ilusión y ganas”.

Las dos nuevas Abanderadas reconocen que es un honor poder representar a la fiesta de Moros i Cristians. La fiesta forma parte de ellas y ellas forman parte de la fiesta desde muy pequeñas. Conocen al detalle los entresijos de ésta y el esfuerzo y sacrificio que supone para todos los festeros el sacarla adelante para que el público disfrute.

“El ser Abanderada supone una responsabilidad después de tantos años disfrutando desde la base”. “Es diferente y un privilegio porque, del mismo modo que te conviertes en la representante de tu bando y de la fiesta, esperas corresponderle a la ésta con todo lo bueno que te aporta y estar a la altura”. Admiten estar nerviosas, pero saben que tienen el apoyo de la gran familia festera que quiere verlas brillar.

Las mujeres que ostentan el título de Abanderada saben que la representación conlleva desligarse, a la hora de cada acto, de los suyos, de su filà. Sin embargo, para Lucía y Vanessa también es una oportunidad de poder descubrir la fiesta desde otra perspectiva y poder compartirla, en primera persona, con los Capitanes y con la Junta de Festes. Muchos actos cambiarán para ambas ya que ocuparán un lugar protagónico en ellos y ya han avanzado cuáles esperan vivir como Abanderadas.

Ambas lo tienen claro: el Desembarco y la Reconquista. Son actos de recreación histórica en los que su representación cobra especial protagonismo liderando a sus respectivos bandos hacia la victoria. También son conscientes de que han de vivir cada acto, por pequeño que sea, como si fuera el último “porque una vez pase ya no se volverá a repetir como tal”, apuntan.

Ambas están orgullosas de poder abanderar la fiesta en un momento en el que goza de una especial repercusión en los últimos años fruto del esfuerzo y trabajo de su Junta de Festes y de sus filaes. “Ahora sólo falta que esa hermandad que se vive entre filaes se traslade a todos los vecinos y vecinas”. “La fiesta está abierta a todo el mundo, nuestra chilaba es nuestro blusón y en las kabilas y cuarteles todos tenemos a algún amigo o amiga y sabemos que siempre hay un sitio en la mesa a la hora de comer o cenar».

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