
14 de marzo de 2025. Tal día como hoy, pero de 2020, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez decretaba el estado de alarma en todo el territorio para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, que había sido declarada como pandemia por la OMS, el 11 de marzo de aquel año. Un día antes, el 10 de marzo de 2020, el president de la GVA, Ximo Puig ya había suspendido las Fallas por la epidemia del coronavirus.
Con el estado de alarma, llegó el confinamiento de los vecinos de la Marina Alta en sus hogares, y las restricciones de movilidad. Se cerraron negocios y comercios no esenciales e infraestructuras, excepto los supermercados, incrementándose los controles de movilidad por los municipios. A excepción de las consideradas profesiones esenciales: sanitarios, emergencias o fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Y dejó imágenes insólitas para la ciudadanía, con las calles vacías.

Durante los primeros meses, la actividad se paralizó, afectando la economía de la Marina Alta, especialmente a sectores clave como turismo, hostelería y comercio.
Mientras el Hospital de Dénia se veía saturado, haciendo frente a una gran presión debido al aumento de casos en las distintas olas del coronavirus.

El trabajo de los sanitarios y demás cuerpos de emergencia se agradecía cada noche, a partir de las 20 horas, con aplausos de los vecinos desde sus balcones y ventanas.
Poco a poco, los vecinos de la Marina Alta nos fuimos familiarizando con el uso de mascarillas, y la adopción de otras medidas para evitar contagios, como trabajos de desinfección de los servicios municipales.
Se impuso el teletrabajo y las reuniones a través de videoconferencia. Y nos familiarizamos con ciertos términos hasta ahora poco o nada conocidos como PCR o SARSCoV-2.

A partir de abril, comenzaron las fases de la desescalada. Y el 21 de junio finalizó este primer estado de alarma.
En verano se relajaron las restricciones, permitiéndose la reactivación del turismo, con limitaciones. Pero pasada la estación veraniega, la Marina Alta volvió a vivir un repunte de los contagios, con nuevas restricciones, toques de queda y cierres perimetrales.
El 25 de octubre de aquel año, el Gobierno Central aprobó declarar un segundo estado de alarma en todo el territorio para contener la propagación de infecciones. Este se prolongó hasta el 9 de mayo de 2021.
Durante ese tiempo, en enero de 2021, comenzó la campaña de vacunación en la comarca, priorizándose al personal sanitario y sociosanitario, y a las personas mayores y otros colectivos vulnerables.

A lo largo de 2021 se produjo una vacunación masiva, pero permitió reducir hospitalizaciones y relajar restricciones, que, en su mayoría fueron eliminadas a lo largo de 2022, manteniéndose el uso de mascarillas en algunos espacios.
En mayo de 2023, la OMS declaró el fin de la emergencia sanitaria global, marcando el fin de la pandemia; dejando un impacto económico y social en la Marina Alta.
Sin olvidarse de los vecinos fallecidos. Y es que, aunque la sociedad ha vuelto a la normalidad, la memoria de lo vivido sigue, todavía, presente.