Gastronomía

Estos son tres restaurantes destacados donde puedes saborear la gamba roja de Dénia

El Pegolí, La Xerna del Mar y El Carreter preparan el mejor producto proveniente de nuestra costa
Gamba roja de Dénia / Redacción

La gamba roja de Dénia no es solo un ingrediente, es patrimonio gastronómico, símbolo de identidad local y reclamo para los paladares más exigentes. En estos tres restaurantes puedes probar «la dama roja» —El Pegolí, La Xerna del Mar y El Carreter— y cada día celebrar su excelencia, invitando a locales y visitantes a descubrir la auténtica esencia del Mediterráneo.

3 restaurantes donde disfrutar la gamba roja de Dénia

Hablar de la gamba roja de Dénia es hablar de uno de los mayores tesoros del Mediterráneo. Su textura, su sabor intenso y su delicado equilibrio marino hacen que este producto no necesite mucho para brillar. A la plancha o hervida, con apenas un toque de sal marina, es como muchos chefs coinciden en que se revela su máxima expresión. La clave está en respetar el producto, no en enmascararlo.

Sin embargo, la cocina moderna no se queda atrás. La gamba roja ha encontrado en la innovación gastronómica un nuevo territorio donde mostrar todas sus posibilidades. Bombones elaborados con su cabeza, crujientes de su coral, espumas, caldos concentrados, marinados y técnicas de precisión como el sous-vide abren caminos creativos que, sin perder el respeto al producto, ofrecen nuevas formas de disfrutarlo.

Restaurante El Pegolí, la tradición que perdura desde 1943

En un enclave privilegiado junto a la Reserva Marina del Cabo de San Antonio, donde gaviotas y cormoranes forman parte del paisaje, se alza un referente gastronómico con más de 80 años de historia: El Pegolí. Fundado por el carismático Pepe “El Pegolí”, este restaurante es símbolo del respeto y la devoción por el producto estrella de la cocina dianense: la gamba roja de Dénia.

Desde su ubicación en Calle Fénix, 13, la familia de Pepe continúa su legado con una atención exquisita y una cocina centrada en realzar los sabores puros del mar. Carlos Mañas, jefe de cocina, lo tiene claro: “La máxima expresión de lo que es el producto, es un elemento que no hay que disfrazar. Es un producto que por sí mismo, a la plancha o hervida, es un placer”.

Carlos Mañas, El Pegolí

La Xerna del Mar, sabor marinero en pleno corazón de Dénia

En la calle Sandunga, junto a la animada Marqués de Campo, el restaurante La Xerna del Mar se erige como una parada obligatoria en la ruta de la gamba roja. Con raíces profundamente ligadas al mundo del mar, Óscar Marí conoce de primera mano todo lo que implica llevar este manjar a la mesa.

El restaurante ofrece una experiencia que comienza en las barcas de pesca y culmina en los manteles blancos de su comedor, donde la gamba roja puede disfrutarse hervida o a la plancha, respetando su esencia. Marí aclara una duda común entre comensales: “La cuestión de los calibres da lugar a confusión. A veces la gente cree que el uno, el dos y el tres es la calidad de la gamba y no. Realmente es el calibre, por ejemplo en el uno, igual hay entre 18 y 20 gambas en un kilo”.

Oscar Marí, La Xerna del Mar

El Carreter, vanguardia con raíces en La Xara

En las afueras de Dénia, cerca de La Venta de Posa, se encuentra El Carreter, una propuesta innovadora nacida de la experiencia acumulada en la tradición hostelera. Aquí, Juan Montaner y el chef Federico Guajardo fusionan lo clásico con lo contemporáneo en torno a la gamba roja de Dénia.

Desde una fuente de gamba al ajillo con su indispensable barra de pan, hasta creaciones que aprovechan el producto al máximo, como bombones con cabeza de gamba, crujientes de polvo de gamba y más, este restaurante es una muestra de respeto absoluto al mar. Como señala Guajardo: “El tesoro del Mediterráneo” debe ser sostenible y emplearse por completo, sin desperdicio alguno.

Federico Guajardo, El Carreter

En definitiva, la gamba roja de Dénia es mucho más que un ingrediente: es el alma de una cocina que mira al mar con orgullo y respeto. Ya sea en su forma más pura o reinterpretada desde la creatividad contemporánea, sigue emocionando a quien la prueba. En cada bocado late la historia de una ciudad, el trabajo de sus pescadores y el talento de quienes la convierten en arte desde los fogones.

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