Con la llegada del verano, Dénia se prepara para recibir a miles de visitantes que, como cada año, eligen la ciudad para disfrutar de sus playas, su entorno natural y su variada oferta cultural y gastronómica. Esta afluencia masiva de personas también supone un importante reto en materia de seguridad ciudadana.
Para abordar este y otros temas que han sido noticia en las últimas semanas en materia de seguridad, ha visitado el ‘Primer café’ de Dénia FM, el Inspector Jefe- Jefe de la Comisaría de la Policía Nacional de Dénia, Carlos Nieto.
Precisamente, de cara a la próxima estación veraniega y el aumento de población estacional, Nieto ha realizado un llamamiento a la «prudencia» porque «llega el verano» y «somo más descuidados». Asegura que el principal modo de acceso a las viviendas «de los malhechores» son las ventanas y las terrazas. De ahí, que incida en la importancia de cerrar bien las viviendas y comprobar que todos los accesos están bien cerrados, para evitar robos.
Reconoce que la pandemia por la COVID-19 supuso un «punto de inflexión», en materia de seguridad ciudadana, ya que una vez finalizada, se detectó un ascenso de la delincuencia respecto a los años pre pandemia. No obstante, a nivel estadístico, señala que las cifras están por debajo de la media nacional, afirma que «Dénia es una ciudad segura, se puede pasear por las calles con total tranquilidad» y subraya el trabajo y la presencia tanto de Policía Nacional como de Policía Local en la calle, lo que también aporta esa sensación de ciudad segura.
Métodos más habituales
Por otro lado, Nieto se ha detenido en aquellos métodos más habituales de robo o de hurto. Es el caso del «hurto cariñoso», el método del abrazo, cuyas víctimas suelen ser personas mayores. Hace un llamamiento para que «nuestros mayores sean más desconfiados con quienes no conozcan». Y es que «son verdaderos artistas», señala, «por que no te das cuenta, en décimas de segundos te han abierto la cadena y a los segundos han huido».
También ha indicado el «timo de la mancha», o u otras estafas relacionadas con repartidores o revisores de diferentes servicios en el hogar; así como, en cajeros automáticos, instando a «ser cautos y precavidos».
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