Este viernes, el espacio de debate comarcal Els Quatre Cantons ha centrado su tertulia en el aumento de rescates de senderistas en la Marina Alta y los retos que plantea el auge del excursionismo en espacios naturales como el Montgó, la Granadella o la Serra de Bèrnia.
En el debate han participado Maria Josep Ripoll, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Dénia; Pere Moll, concejal de Medio Ambiente de Calp y Jordi Doménech, técnico de senderos y fundador del Centre Excursionista de Pedreguer.
Aumento de rescates y rutas complejas
Los tres invitados han coincidido en un diagnóstico claro: hay mucha imprudencia por parte de quienes acceden a la montaña sin preparación, sin conocer la ruta ni llevar el material adecuado.
Maria Josep Ripoll ha defendido la necesidad de invertir más recursos en personal e infraestructuras en rutas con mayor afluencia, como el acceso a la Cova Tallada, donde considera que debería haber informadores presenciales. También ha advertido que zonas como el Montgó presentan rutas donde “se pierde fácilmente la pista”, lo que aumenta el riesgo de incidentes.
Por su parte, Jordi Doménech ha subrayado la importancia de homologar bien los senderos para asegurar que estén correctamente señalizados y mantenidos. Como experto del mundo excursionista, ha alertado de que “no todas las rutas son aptas para todos los públicos” y que eso se subestima con demasiada frecuencia.
Inversión local y papel de los ayuntamientos
Desde el Ayuntamiento de Calp, Pere Moll ha destacado el trabajo que se está haciendo desde su concejalía en la mejora de senderos, señalización y fomento de los senderos azules. Sin embargo, ha reclamado más presupuesto e implicación institucional para poder seguir adecuando los caminos y prevenir accidentes.
También ha puesto en valor el trabajo que realizan desde el Grupo de Montaña de Calp, pero ha señalado que “hace falta mucho más para estar a la altura del uso intensivo que hoy tienen muchas rutas”.
Turismo, concienciación y retos educativos
A pesar de las dificultades, todos han coincidido en que el auge del senderismo y el interés por el medio natural tiene un componente positivo. Para Pere Moll, este fenómeno “ha generado cariño por la montaña”, y ha destacado que muchos visitantes colaboran recogiendo basura o participando en jornadas de educación ambiental.
No obstante, ha reconocido que “el problema está en la gente que no tiene esa conciencia”, y que el gran reto de los ayuntamientos es llegar a esos perfiles menos sensibilizados.
Maria Josep Ripoll ha apuntado que, en general, la ciudadanía sabe comportarse, y ha valorado que la juventud está cada vez más concienciada. Para ella, es positivo que la gente “practique deporte al aire libre” y ha recordado que desde la pandemia ha habido un aumento del interés por el entorno natural.
En cambio, Jordi Doménech se ha mostrado crítico con las masificaciones en rutas emblemáticas, y ha advertido que aunque hay una mayor conciencia, es necesario “regular mejor” para que la afluencia no ponga en riesgo ni la seguridad de los visitantes ni la conservación de los espacios.