La calle La Niña, situada en el tramo final de los barrancos del Quisi y Pou Roig, desemboca directamente en la playa del Arenal-Bol, en Calp. Su cauce, descubierto y habitualmente seco en ausencia de lluvias, presenta un problema estructural: la solera de los marcos prefabricados instalados tras las inundaciones de 2007 está a una cota inferior, lo que provoca afloramientos del nivel freático y acumulación de agua en el último tramo.
Para evitar estas molestias y reducir el riesgo de contaminación en la zona de baño, Aguas de Calpe ha intervenido esta mañana con camiones cuba autoaspirantes a través de una arqueta de registro situada entre los edificios Rio y Costa Blanca. Desde ahí, se han retirado los restos de agua acumulada.

Arena y oleaje: un cóctel para el estancamiento
En la desembocadura, el oleaje arrastra arena que se deposita dentro de los marcos. Esto dificulta el drenaje natural de las escorrentías de lluvia, generando agua estancada que, con las altas temperaturas, favorece la formación de biofilm y la aparición de malos olores.
La empresa también cuenta con instalaciones para conectar bombas portátiles y trasvasar el agua a la red de saneamiento, aunque el bajo nivel en el interior de los marcos dificulta el uso de bombas sumergibles de gran caudal.

Nuevas medidas acordadas
En una reunión celebrada el pasado viernes en el Ayuntamiento, técnicos municipales y de la empresa estudiaron soluciones más eficaces. Como resultado, se ha decidido instalar una bomba Godwin en superficie, con una capacidad superior a 100 m³/h, y tuberías de 110 mm de diámetro para agilizar el vaciado del agua estancada.
Según el plan, esta medida, junto con una vigilancia continua del último tramo del cauce, permitirá minimizar tanto la generación de malos olores como el riesgo de vertidos hacia la playa.