«No vamos a llegar a un acuerdo porque ellos tienen muy claro lo que quieren hacer dentro del puerto y nosotros tenemos muy claro lo que no queremos que se haga dentro del puerto«.
Estas palabras del alcalde de Dénia, Vicent Grimalt (PSPV-PSOE) expresa a la perfección la diferencia de criterio y distancia entre el equipo de gobierno (PSPV-PSOE y Compromís) y la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, respecto al centro de ocio y restauración proyectado en la zona de Tamarindos, junto a la playa del Raset, en la zona portuaria.
Así lo ha expresado el primer edil tras la reunión mantenida con el director general de Puertos, Marc García Manzana, junto al vicealcalde, Rafa Carrió (Compromís) y la edil de Territorio y Calidad Urbana, Maria Josep Ripoll.
Tras el encuentro, Grimalt ha expresado la «preocupación» del ejecutivo local y el «no agrado» de la «privatización de la zona de Tamarindos». También ha evidenciado la distancia entre las intenciones de la Generalitat y el Ayuntamiento. Ha apuntado que «no nos gustaría que se hiciera nada porque es un espacio natural», añadiendo su rechazo a la construcción de más zonas de ocio o restauración. También ha hecho referencia a posibles consecuencias en caso de temporales marítimos.
Por su parte, Carrió ha incidido en que «tenemos un modelo de ciudad, y no cuadra ahí ese proyecto«, y ha recalcado que «para la mayoría de la gente es una playa», aunque antes hubiera una carretera. El vicealcalde ha subrayado en la protección dunar y los problemas de seguridad y circulación.
Por su parte, el responsable autonómico de Costas y Puertos ha explicado que este proyecto se inició en el año 2019, cuando gobernaba el Botànic, como una iniciativa privada para unas actividades de hostelería y BeachClub en aquella zona, catalogada como zona terciaria, conforme a la disposición de usos portuarios.
García Manzana ha insistido en que su tramitación comenzó en 2019, dándose curso a la solicitud, y con el cambio de color político en la Generalitat, tras las elecciones de 2023, se sigue adelante con la tramitación. También ha indicado el pronunciamiento del Ayuntamiento en aquel año, 2023, cuando se solicitó informe desde la Conselleria. Entre los condicionantes: replantación de los tamarindos o la protección del «jardín dunar».
Ha continuado señalando que «hace unos meses, otras dos empresas solicitaron también un proyecto similar al que se estaba tramitando», lo que obliga, ha añadido, a abrir un concurso público. Entre los requisitos: no se permiten discotecas y la realización de una regeneración dunar del entorno.
Ofertas que deberán ser estudiadas y evaluadas por las administraciones y actores implicados, a los que se va a recabar su posición.
El director general de Puertos ha señalado que, desde el punto de vista medioambiental, «es una zona degradada», y «escombros cubiertos de arena».



