Este lunes, en el espacio ‘Hay Debate’ de Dénia FM, se ha puesto el foco en los desastres naturales, coincidiendo con el aniversario de la devastadora DANA, del pasado mes de octubre de 2024 en Valencia, y el 18 aniversario del desbordamiento del río Girona en la Marina Alta, en el puente de octubre de 2007.
En el programa han participado José Andrés Torrent, doctor Ingeniero de Montes por la Universidad Politécnica de Madrid; José Vicente Sánchez, doctor en Geografía por la Universitat de València; Agustí Espí, técnico de la Xarxa Agrícola de Creama y PacteMA; y Basili Salor, alcalde de El Verger. El debate se centró en las causas, consecuencias y soluciones a largo plazo para mitigar los efectos de estos fenómenos naturales.
En cuanto a las causas, se ha indicado que, aunque las precipitaciones extremas son inevitables debido al cambio climático, existen medidas para mitigar sus efectos. Entre otros aspectos, se ha puesto de manifiesto que la falta de reforestación, el abandono rural contribuyen a la erosión y la escorrentía del agua, agravando las inundaciones.
La conservación del suelo, la vegetación autóctona, la restauración de cuencas, inversión en agricultura sostenible, han sido otros de los aspectos puestos sobre la mesa.
Se ha discutido sobre la planificación y ordenación del suelo, la urbanización desmedida en zonas costeras, y cómo aumenta la vulnerabilidad a las inundaciones, especialmente en terrenos impermeabilizados. Se ha subrayado la importancia de la planificación territorial para evitar construir en zonas de riesgo.
Entre las medidas correctoras, se han propuesto soluciones como disminuir los caudales de las avenidas y mejorar las secciones de desagüe en los tramos finales de los ríos. Torrent ha recordado proyectos exitosos como la restauración de Sierra Espuña tras la riada de 1870, que incluyeron la plantación de bosques y la construcción de diques. Estas medidas han demostrado ser eficaces en la reducción de los caudales y en la protección de las zonas urbanas.
Sánchez, por su parte, ha hablado sobre la importancia de las infraestructuras verdes, la necesidad de revitalizar las zonas agrícolas y forestales con vegetación autóctona para reducir la velocidad del agua y prevenir la erosión. A nivel urbanístico, ha destacado la importancia de planificar en zonas de sacrificio que actúen como áreas de laminación de agua, evitando la urbanización en zonas inundables.
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