Benitatxell ha puesto en marcha este jueves una intervención urbanística destinada a transformar la avenida de València, uno de los ejes principales de la población. Los trabajos, ejecutados por Audeca por un importe de 39.824,06 euros, se centran en la plantación de arbolado en el lado par del vial y en la instalación de nuevos imbornales para resolver los problemas de acumulación de agua en episodios de lluvia.
Según fuentes municipales, la actuación no interferirá en la circulación habitual, salvo en momentos puntuales para conectar las tuberías, aunque sí afectará temporalmente a las zonas de estacionamiento.
Esta intervención se incluye en la línea de ayudas de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, orientada a mejoras para la soberanía energética y la resiliencia territorial. La subvención también permite acometer un segundo proyecto en el parque de Les Fonts, donde se instalarán tres pérgolas y nuevo arbolado para generar islas de sombra. Esta parte del plan ha sido adjudicada a Viveros Chorro S.L. por 17.840,60 euros.
Uno de los puntos más concurridos
Con sus 179 metros de longitud y 12 de ancho, la avenida de València es un corredor urbano de uso intenso que conecta la zona educativa del colegio público Santa Maria Magdalena con el Mercado Municipal y el Ayuntamiento. En este tramo se encuentran también la comisaría de la Policía Local y un parking público. Además, el enclave destaca por sus vistas abiertas a la sierra y al mar, uno de los valores paisajísticos que el consistorio aspira a potenciar.
El proyecto persigue “crear espacios urbanos más amables para los ciudadanos, con una mayor calidad ambiental y paisajística”. Para ello, se prevé introducir más vegetación junto a los recorridos peatonales y reordenar las bandas de aparcamiento mediante arbolado vial y plantas arbustivas adaptadas al clima mediterráneo. Con ello se busca armonizar la imagen de la calle y mejorar la experiencia de quienes la transitan.
La estrategia municipal apunta también a la resiliencia climática. El aumento de zonas de sombra y de superficies de pavimento permeable pretende moderar la temperatura ambiente y reducir la absorción de calor en verano. De este modo, se avanza hacia un espacio público más confortable y preparado ante episodios de altas temperaturas, con beneficios directos para el día a día de residentes y visitantes.
