El mundo del fútbol ha recibido con tristeza la noticia de la desaparición de Fernando Martín Carreras, uno de los afectados en el trágico naufragio ocurrido en Indonesia. Fernando, que en la actualidad ejercía como entrenador en uno de los equipos femeninos del Valencia CF, dejó una profunda huella tanto como futbolista profesional como por su calidad humana.
Sus inicios en el CD Dénia
La carrera de Fernando Martín Carreras tuvo uno de sus primeros capítulos destacados en el CD Dénia, al que llegó con solo 19 años para competir en Tercera División, junto a su hermano Pablo, un año mayor. Su incorporación se produjo gracias a la recomendación de su técnico en el juvenil del Benimar, Pepe Martínez, y de su representante, Luis Albert, en una etapa en la que el equipo estaba dirigido por Damián Castaño.
Fernando actuaba como defensa central y cumplió con creces las expectativas en una temporada en la que la normativa obligaba a alinear cuatro futbolistas Sub-23. Su rendimiento fue sobresaliente, muy por encima incluso del de su hermano, y rápidamente llamó la atención del fútbol comarcal.
Pascual Sendra lo fichó para el Pego CF
Su gran temporada con la camiseta amarilla no pasó desapercibida para Pascual Sendra, entonces secretario técnico del Pego CF, que apostó por su fichaje. Bajo la dirección de Jesús Briones, Fernando volvió a ser una pieza clave del conjunto rojillo, consolidándose como uno de los jugadores más importantes de la plantilla.
Ese rendimiento le abrió las puertas del CD Eldense, iniciando una larga trayectoria en el fútbol nacional.
Una carrera amplia y respetada
A lo largo de su carrera, Fernando Martín Carreras defendió los colores de clubes históricos como el Benidorm CD, Cultural Leonesa, CD Alcoyano, FC Cartagena. Regresó al fútbol valenciano firmando en el CD Ontinyent. En la recta final de su etapa como jugador jugó en el CF La Nucía, y colgó definitivamente las botas en el CF Paterna durante la temporada 2015-16.
Un futbolista muy querido
Fernando Martín fue muy querido por las aficiones del CD Dénia y del Pego CF, donde se le recuerda no solo por su solvencia defensiva y profesionalidad, sino también por su cercanía y carácter. Tras su retirada, siguió vinculado al fútbol desde los banquillos, demostrando la misma pasión que había mostrado como jugador.
Hoy, el fútbol de la Marina Alta y del fútbol valenciano en general recuerda con emoción a un hombre que dejó huella dentro y fuera del campo. Su figura permanece en la memoria de quienes compartieron vestuario, grada y pasión por este deporte.