Hay Debate

Paco Catalá: «La pesca está con el suero puesto, a ver si nos morimos»

El espacio 'Hay Debate' ha abordado la situación actual del sector pesquero de la Marina Alta
De izquierda a derecha: Paco Catalá, Amadeu Ros y Bati Bordes / Miriam Pagán

El espacio ‘Hay Debate’ de Dénia FM, emitido hoy lunes 1 de diciembre, ha puesto el foco en el foco la situación del sector pesquero en la Marina Alta, un pilar económico y cultural fundamental para la comarca, y la repercusión de las restricciones marcadas por la UE para este sector, y otros complementarios, como industrias auxiliares o gastronomía.

El programa ha contado con la participación de Paco Catalá, patrón mayor de la cofradía de pescadores de Calp; Amadeu Ross, vicepresidente segundo de la cofradía de Xàbia; y Bati Bordes, del restaurante El Marino de Dénia. 

Restricciones y su impacto en la pesca local

Desde el sector pesquero se ha mostrado su frustración al señalar que «los que hacen las cosas bien se ven penalizados«, en relación a cómo las embarcaciones que han gestionado correctamente sus días de faena no pueden aprovechar los 13 días adicionales otorgados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

A pesar de este pequeño alivio, el sector sigue enfrentando una gran incertidumbre sobre las futuras restricciones, con la posibilidad de que se impongan más limitaciones en 2026. Al respecto, tanto Catalá como Ros han coincidido en que lo ideal serían 180 días de faena mínimo, para poder mantener las embarcaciones y las familias. Desde el sector también han lamentado sentirse «perseguidos«.

Otro aspecto en el que se ha incidido es en la recuperación de los caladeros, que están «saludables«, con «más pescado que hace cinco años».

La falta de relevo generacional

Otro tema discutido ha sido la falta de relevo generacional en el sector pesquero. Se ha comentado el hecho de que «hay barcas que tienen 70 años y los propietarios tienen que seguir trabajando para mantenerlas en activo». Relacionado con este tema, la escasa formación para los jóvenes, lo que dificulta la integración de nuevas generaciones en el oficio. Además, la falta de interés por embarcarse, debido a la inestabilidad laboral y las duras condiciones de trabajo, agrava aún más la situación.

Impacto económico

El impacto de las restricciones no solo afecta a los pescadores, sino también a otros sectores relacionados, como la restauración. La escasez de pescado local de calidad ha llevado a una saturación del mercado con productos más baratos y de menor calidad. Esto no solo perjudica la economía pesquera, sino también a los restaurantes que apuestan por ofrecer productos locales frescos.

Promover el consumo de productos locales

También se ha puesto sobre la mesa, la importancia de fortalecer el consumo de productos locales. Es el caso de marcas registradas propias con las que los pescadores buscan dar visibilidad a su producto, que es clave tanto para la gastronomía local como para el turismo.

Además, se ha hecho hincapié en la necesidad de educar a los consumidores más jóvenes sobre la importancia de elegir productos locales y sostenibles.

Sostenibilidad

El debate también ha abordo la gestión sostenible del recurso pesquero y la contaminación marina. Al respecto, se ha destacado que «los pescadores sacamos más de 35.000 kilos de plásticos cada año» del mar. Y se ha cuestionado qué ocurrirá cuando el sector pesquero ya no esté tan activo y no haya nadie para continuar con la limpieza de los fondos marinos. Esta labor ambiental, aunque poco reconocida, sigue siendo una de las principales contribuciones del sector a la sostenibilidad.

En este sentido, Ros ha asegurado que «el fondo permitido de gamba roja llega a los 800 metros; por fuera de esos 800 metros está todo ello de suciedad«.

Escucha aquí el programa:

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