El PSOE de Xàbia presenta, al pleno ordinario del mes de septiembre, una moción solicitando que el Ayuntamiento declare 2024 como ‘Año Antoni Llidó’ y organice toda una serie de actividades culturales y pedagógicas que recuerden a un sacerdote que defendió la justicia, a los más pobres y necesitados, la igualdad y la democracia.
El próximo 25 de octubre de 2024 se cumplen 50 años de la “desaparición forzosa” de este religioso nacido en Xàbia y que -todo apunta- fue torturado y asesinado en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet por su compromiso social y político con los oprimidos.
Los socialistas inciden en la necesidad de conservar viva la memoria y dar a conocer, especialmente entre los más jóvenes, quien fue Antoni Llidó y por qué el instituto local lleva su nombre. Y sugieren que todas las actividades se realicen en colaboración con la Fundación Cirne, entidad que custodia los archivos de la ya extinta Asociación Cultural Antoni Llidó.
Esta entidad, creada en 1998 por Pepa Llidó y un nutrido grupo de amigos y personas en las cuales el sacerdote y maestro había dejado huella -además de buscar justicia- estaba dirigida a recuperar y mantener viva su memoria, así como difundir y transmitir los valores humanos, culturales y religiosos con los cuales siempre defendió a los más pobres y se rebeló en contra de la injusticia y la miseria.
“Sin duda, en todo este camino de reivindicación han sido clave los esfuerzos de la propia familia y las personas que directamente conocieron a Antoni Llidó” apunta el portavoz socialista, José Chulvi, quien considera que ahora, que ya se cumplen cinco décadas de la desaparición del sacerdote y maestro, es “momento de dar un nuevo paso y demostrar la voluntad institucional de que este legado transcienda a las próximas generaciones”.
Tal y como plasma la moción, este 11 de septiembre se ha cumplido el 50 aniversario del golpe de estado de Chile con el que se derrocó el Gobierno de Unidad Popular y al presidente socialista Salvador Allende. Hechos que dieron origen a la larga dictadura militar de Augusto Pinochet en la que se cometieron graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos y en la que miles de personas fueron detenidas, torturadas o ejecutadas por motivos políticos.
Una de estas personas fue el sacerdote Antoni Llidó Mengual, nacido en Xàbia y quien llegó a la región chilena de Valparaíso en 1969 en misión pastoral, encontrándose con una profunda miseria y con una infancia sin apenas futuro.
El sacerdote fue involucrándose en la educación y en movimientos de apoyo a los explotados. Un compromiso que hizo que viviera la victoria de Allende como un tiempo de esperanza y el camino para una transformación profunda.
A pesar de que el obispo de Valparaíso, famoso por su integrismo (fue uno de los primeros en bendecir el golpe militar de Pinochet) le retiró de sus funciones sacerdotales, Antoni Llidó se negó a abandonar Chile y siguió su camino, trabajando de maestro y haciendo comunidad con otros cristianos y frente a la dictadura.
El 1 de octubre de 1974 fue detenido y torturado, pasando a ser un “preso no oficial o desaparecido” el 25 de octubre de ese mes.
Su familia de Xàbia no dejó de luchar para averiguar las circunstancias de su desaparición, secuestro, tortura y presunto asesinato en Chile, así como el lugar donde pueda encontrarse, así como para reclamar justicia.
