El “Punt de ganxo”, esa labor de punto y malla hecha a mano con paciencia y la ayuda de una aguja de punta doblada, que permite creaciones tan diversas como un pequeño cuadrante hasta una gran colcha de verano, vuelve a estar de moda. Se trata de una tradición artesanal que hemos visto practicar a nuestras abuelas y que ha formado parte de la decoración y ropa de las casas desde antaño, y que ahora, se traslada a las aulas. Y lo hace gracias al CRA d’Alcalalí Terra de Riuraus, que ha puesto en marcha el proyecto Teixint Vincles.
Una iniciativa que aporta multitud de beneficios, tanto para los alumnos del centro como para el resto de la comunidad educativa. Con este proyecto se apuesta por el contacto intergeneracional en el seno de la escuela, se pretenden romper estereotipos de género, mejorar la atención y la concentración de los escolares, o potenciar la creatividad de los niños y niñas que participan, como nos ha contado a Litoral FM, Silvia Andrés, Jefa de Estudios del CRA d’Alcalalí.
El proyecto ha arrancado este mes de noviembre y los primeros resultados formarán parte de la decoración navideña de las calles de Alcalalí, porque como explica Andrés, la intención es darle continuidad.