Esta semana, el martes 16 de enero y el miércoles día 17, comienzan las reuniones de negociación entre el Comité de Empresa y la dirección de la empresa Bimbo, ante el anuncio por parte de esta última del cierre de la planta que tienen en El Verger. En esta previa, han visitado el ‘primer café’ de Dénia FM el presidente y el secretario del Comité de Empresa, José González y Víctor Boscá.
Una decisión empresarial, la de cierre de la fábrica, que afecta a 96 trabajadores, más los puestos indirectos, como servicio de limpieza, mantenimiento o «portería», como ha señalado el propio González.
El primer objetivo del Comité de Empresa, en las negociaciones, será que la «fábrica siga abierta». No obstante, González asegura que «somos realistas de que esa posibilidad es muy remota». Añade que la inmensa mayoría de trabajadores tendrán que «rehacer su vida, buscar otro puesto de trabajo, son los que más perjudicado se van a sentir», mientras que unas 11 personas se podrán prejubilar, «alrededor de un 10%». Para el resto, afirma, la intención es «buscar una solución que les permita tener una estabilidad económica, para encontrar un trabajo que les permita rehacer su vida».
González explica que lo que persiguen en las negociaciones será que «quienes elijan el despido, esté por encima del despido improcedente, la recolocación para todo el que lo desee, mejoras para quienes estén en peores condiciones» y se solicitará «el servicio de una empresa de recolocación, para quienes decidan coger la indemnización y buscar trabajo, se les ayude». Y también lamenta que hay alrededor de una treintena de personas que «no llegan al año de antigüedad y está muy desprotegidos».
En estas negociaciones, el presidente del Comité de Empresa indica que pretenden «arrancar lo máximo posible», ya que les consta que la empresa «tiene mucho dinero» y está comprando otras empresas por lo que defienden que pongan ese dinero «a disposición de aquellas personas a las que han destrozado la vida».
Boscá afirma que no se esperaban el cierre «lo que han hecho es engañarnos, sin escrúpulo ninguno». Manifiesta que en las reuniones que se han mantenido con la empresa, cuando comenzaron a ver que se vendía menos pan, y les respondían que no se preocuparan, por lo que considera que eso es «jugar muy sucio con la gente». Y reitera que hasta el último mes y medio, «nos vendían tranquilidad y calma».
Tampoco se descarta un calendario de movilizaciones. Al respecto, González subraya que «esta es una herramienta que nos puede servir en su momento, cuando las negociaciones se enroquen».
Por último, Boscá ha realizado un llamamiento a los trabajadores a «estar unidos» y asegura que necesitan todo su apoyo.