En un encuentro que prometía emoción hasta el último segundo, el CB Joventut Xàbia Rimontgó se enfrentó con valentía y destreza al CB Moixent, en un partido que finalizó con un marcador de 62-71 a favor de los visitantes. A pesar de la derrota, los locales mostraron un espíritu competitivo que mantuvo la esperanza viva hasta el final.
El partido comenzó con un ritmo frenético, donde el equipo de Óscar Mayordomo saltó a la pista con una energía y una intensidad admirable. Los verdinegros dominaron el primer cuarto con una precisión táctica notable, alcanzando ventajas de hasta 9 puntos que hacían presagiar una tarde favorable.
Sin embargo, el Moixent no se dejó intimidar. En el segundo cuarto, hicieron gala de su capacidad de reacción y empezaron a recortar la diferencia en el marcador. El equipo local llegó al descanso con una ventaja de 38-32, pero con la sensación de que la batalla estaba lejos de terminar.
La segunda mitad del encuentro mostró un cambio de dinámica. El equipo local, que había brillado en la primera parte, encontró dificultades para mantener su eficacia ofensiva. El CB Moixent, por su parte, supo aprovechar cada oportunidad, mostrando una solidez que empezó a inclinar la balanza a su favor.
El clímax llegó en los últimos tres minutos, con el marcador mostrando un ajustadísimo 62-61. Fue entonces cuando la experiencia de los valencianos se impuso. Supieron jugar con paciencia y astucia, mientras que los jóvenes jugadores locales, impulsados por el deseo de victoria, se precipitaron en acciones individuales que no tuvieron el resultado esperado.
El silbato final dejó un sabor agridulce. Aunque la derrota pesa, el desempeño del equipo ofrece numerosas razones para ser optimistas. La pasión y el compromiso mostrados auguran encuentros futuros llenos de esperanza y lucha. La imagen dada en este partido, a pesar del resultado, es un claro indicativo de que hay talento y corazón en este equipo.