En el actual contexto de movilizaciones del sector agrícola a nivel europeo, como las que se están produciendo en Francia, y que próximamente se podrían extender a España; ha visitado el ‘primer café’ de Dénia FM, Toni París, responsable de cítricos de la Marina Alta en el sindicato agrario La Unió de Llauradors i Ramaders, y miembro del Consell Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Cítricos Valencianos, para abordar la situación de la agricultura a un nivel más local y comarcal, el de la Marina Alta. París tiene una explotación con tierras alquiladas en Dénia, Orba y Beniarbeig, dedicadas, dos hectáreas a la patata, alcachofa, mercado de proximidad y restauración; 30 hectáreas dedicadas al cultivo de los cítricos para la exportación.
A nivel más internacional y nacional, París ha explicado los motivos de las actuales protestas del sector, que reconoce que ya vienen de largo, de antes de la pandemia.
Por otro lado, a nivel más local y comarcal, ha repasado la evolución del cultivo en la Marina Alta, desde el vino moscatel pasando por el cultivo de regadía, el de cítricos, la crisis del agua, la crisis citrícola, y la de precios de los cítricos, que ya se arrastra desde hace 10 años. Asegura que en Dénia «se están aguantando algunas explotaciones agrícolas», «ha aparecido el aguacate, que parece que sea más rentable, y también hay un movimiento de gente más joven», con productos ecológicos y de proximidad.
París asegura que se»está perdiéndose un 2% de superficie cultivada al año en el País Valencià«, apuntando que en el caso de «Dénia, en 10 años, de 16.000 hectáreas ha desaparecido casi todo». No obstante, apunta que con el Plan General de la ciudad, «ya sabemos cuál es la zona agrícola».
En cuanto al relevo generacional, indica que «no puede haber si no hay acceso» a la tierra.
Preguntado por los intermediarios, indica que «no hay», el «80% de la comercialización de frutas y hortalizas pasa por las grandes superficies», que son las «que marcan los precios». A lo que se suma que están «entrando los fondos de inversiones en la producción agraria y están verticalizando la producción».
No obstante, lejos de catastrofismos, indica que «agricultura siempre habrá, pero no como la conocemos hasta ahora». Y ha afirmado que vienen reclamando soluciones «desde siempre».
