Vivimos en nuestro mundo cada vez más digitalizado que avanza a pasos agigantados. Actualmente existen aplicaciones donde se pueden rastrear infinidad de datos que posiblemente pasan desapercibidos para nosotros pero sirven a muchas empresas para hacer negocio. Hablamos por ejemplo de la vigilancia digital, que bien utilizada es de enorme valía pero llevada a otros puntos supone una amenaza.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha condenado públicamente la vigilancia digital arbitraria e ilegal como una violación de los derechos humanos, donde se pidió una moratoria en la venta y transferencia mundial de herramientas de vigilancia digital hasta que podamos establecer políticas legales en este sentido.
Hablando de vigilancia, otro de los productos que ha supuesto una revolución es el dron, ya que puede vigilar casi cualquier lugar o, incluso, sustituir a soldados en una guerra.
En la Universidad china de CECHIAN Zhejiang, unos científicos han desarrollado un enjambre de drones capaz de seguir a seres humanos a través de densos bosques. Por su parte, Halcon, filial del grupo Edge de los Emiratos Árabes Unidos, presentó recientemente un sistema de drones conocido como Hunter 2-S que puede compartir información para rastrear y atacar objetivos.
La cuestión es hasta dónde vamos a llegar, ya que la barrera entre la intimidad y la seguridad es muy fina.
