Continúa existiendo una gran población de gaviotas en el castillo de Dénia, lo que ha impulsado a la empresa concesionaria a contratar a un cetrero profesional. La estrategia, que se suma a la del dañado de los huevos, es que un águila atemorice mediante el ataque a las gaviotas para que estas no se acerquen a poner huevos en el espacio monumental. El objetivo es que las gaviotas asocien la ubicación con el peligro y se dispersen.
La empresa concesionaria es la responsable en materia de control de plagas. Esta, desde hace tres años, ha seguido la estrategia de pinchar los huevos de gaviota tras la época de puesta, evitando la reproducción de las mismas. Esta acción ha contribuido a reducir anualmente la sobrepoblación de este animal en unos 200 especímenes.
El ave rapaz será soltada en el castillo tres veces a la semana durante cuatro meses: los dos anteriores a la época de cría y los dos posteriores a la misma.