Se anunciaba como una “explosión sensorial” y la experiencia no dejó indiferente nadie. En los porches del patio del Conservatorio de Llíria, una orquesta. A la izquierda, una cocina. Arriba una gran pantalla de video. Tres elementos tan distintos se fusionaban a mediodía del pasado domingo para interpretar, de una manera única, la “Banda Sonora de la Gamba Roja de Dénia”.
La música la ponían los alumnos del Conservatorio, la gamba y la cocina eran cosa del chef Jordi Andrés, del restaurante El Tresmall de Dénia, y en la pantalla, todo el protagonismo era para el producto: la captura, la cocción y la degustación de la gamba roja. Dos Ciudades Creativas de la UNESCO valencianas, Llíria y Dénia, aliadas para poner de relieve el mejor de sus ámbitos: la música y la gastronomía, respectivamente. El acto formaba parte del festival FestIN que organiza Turismo Valencia y que tiene como particularidad poner en contacto iniciativas gastronómicas y artísticas. En este caso, la ciudad de Llíria planteó a los organizadores incluir esta colaboración con Dénia.
La orquesta del Conservatorio de Llíria, dirigida por Vicent Carbonell e integrada por jóvenes alumnos, hizo una interpretación brillante de las tres partes de la sinfonía compuesta por los músicos Javier Pinto y Josep Pastor, formadores y miembros de la Agrupación Artística Musical de Dénia. La “Banda Sonora de la Gamba Roja” se estrenó el 14 de enero de 2017, con la actuación en directo de la banda de Dénia sincronizada con un audiovisual que también fue proyectado en Llíria en una gran pantalla. En un foro celebrado en la ciudad brasileña de Santos aquel mismo año el audiovisual de la gamba roja se puso como ejemplo de integración de tres de los siete ámbitos de la Red UNESCO de Ciudades Creativas: Gastronomía, Música y Cine.
En Llíria se añadía el domingo la intervención en directo de un cocinero que preparaba ante el público una receta con gamba roja. Mientras sonaba la música, Jordi Andrés, del restaurante El Tresmall, cocinaba paso a paso ante el público un suquet de gamba con salsa americana y había reservado para la degustación final de los asistentes una delicatessen que conservaba todo el sabor del mar: gamba marinada con sal. Sin pasar por el fuego, sin más añadidos, Natural, que es como mejor sabe una gamba, según insistía Jordi Andrés en su intervención. Como se trataba de estrechar lazos culturales entre las comarcas del Camp de Túria y la Marina Alta, la cata final, además de la gamba, incluía dos vinos secos de moscatel elaborados en la comarca: Les Freses de Mara Bañó y el Nimi de Joan de la Casa.
En la pantalla, mientras tanto, se veían imágenes de la pesca de la gamba, de su uso en un restaurante de vanguardia como el de Quique Dacosta, y del placer de comerla. En cada uno de los tres movimientos, sus compositores, Javier Pinto y Josep Pastor, explicaban cómo le habían puesto música y habían convertido en partitura todo el proceso gastronómico que rodea la gamba roja de Dénia. Ante ellos, Jordi Andrés cocinando, y sobre la mesa el muñeco cocinero del artista fallero Enric Ginestar observando. La cocina, la imagen y el gusto a mar de Dénia, la Ciudad Creativa valenciana de la Gastronomía, y el sonido, la sensibilidad y el buen hacer de los jóvenes músicos de Llíria, la Ciudad Creativa valenciana de la Música.
En la representación y posterior degustación estuvo presente el alcalde de Llíria, Juan Manuel Miguel, y miembros de la corporación edetana, así como responsables del Conservatorio y de las aclamadas sociedades musicales de la ciudad. La representación de Dénia estuvo encabezada por Floren Terrades, director de la Oficina de la Innovación y la Creatividad, ante la imposibilidad a última hora de asistir del alcalde, Vicent Grimalt, como estaba previsto, y la gerente de la Agrupación Artística Musical, Maite Agulles, en nombre de la banda de Dénia.