El Hospital de Dénia ha puesto en marcha una escuela de pacientes ostomizados con el objetivo de resolver dudas frecuentes, compartir experiencias y acompañar emocionalmente a quienes han sido sometidos a una ostomía. Esta iniciativa busca no solo mejorar el manejo técnico del dispositivo, sino también normalizar la nueva realidad de los pacientes y reducir la sensación de aislamiento tras la intervención.
La primera sesión ha reunido a cerca de medio centenar de personas, entre pacientes y familiares, y ha contado con la participación del equipo de enfermería estomaterapeuta del centro, formado por Carmen Marí y Clara Fernández-Cañadas. Ambas profesionales desarrollan un abordaje integral de cada caso, que incluye evaluación preoperatoria, cuidados postoperatorios inmediatos y seguimiento a medio y largo plazo.
Formación del equipo de enfermería
La escuela se plantea como una estrategia complementaria a la labor educativa del equipo de enfermería, realizada inicialmente en colaboración con el estomaterapeuta del Hospital Marina Baixa, Fernando Santoja. Uno de los pilares de esta atención es capacitar al paciente para que adquiera autonomía en el manejo de su dispositivo: aprender a vaciar, cambiar y cuidar la bolsa colectora, así como a proteger la piel periestomal.
Además de los aspectos técnicos, la escuela aborda temas clave como la adaptación emocional, la vida social y la vuelta a las rutinas diarias. Los participantes reciben información sobre alimentación, ejercicio físico y consejos prácticos para mantener una vida activa, incluyendo el trabajo, el deporte o los viajes. Las sesiones, que se celebrarán trimestralmente, ofrecen también un espacio seguro para compartir experiencias y fomentar el acompañamiento entre iguales.
Cada año, el Hospital de Dénia atiende a una treintena de nuevos pacientes ostomizados. La unidad mantiene canales abiertos de comunicación para atender consultas fuera de las revisiones programadas, y colabora con otros servicios del hospital —como Cirugía, Dermatología y Nutrición— con el fin de ofrecer una atención verdaderamente multidisciplinar.
Este enfoque integral pretende facilitar la plena reincorporación del paciente a su vida cotidiana, reduciendo el impacto psicológico del proceso quirúrgico y promoviendo la confianza y autonomía de cada persona ostomizada.
