El Ayuntamiento de Calp ha presentado el presupuesto municipal para 2026, con un montante total de 45,8 millones de euros, centrado en la mejora de los servicios públicos y la calidad de vida de los calpinos.
Desde el equipo de gobierno se ha definido como un presupuesto equilibrado y realista, con un enfoque en mejorar los servicios públicos y garantizar la estabilidad económica del municipio, al mismo tiempo que se apuesta, se ha indicado, por la sostenibilidad fiscal y la inversión en proyectos clave para la mejora de la calidad de vida de los calpinos.
La alcaldesa Ana Sala ha defendido el presupuesto como un documento «prudente, realista y al mismo tiempo ambicioso», subrayando que su principal objetivo es que sus efectos «se noten en la vida cotidiana de los vecinos».
Sala ha destacado también la revisión de la tasa de residuos sólidos urbanos y la realización de una auditoría externa del servicio de limpieza, con el fin de mejorar la eficiencia del servicio, especialmente en cuanto a la limpieza y recogida de residuos.
Equipo de gobierno
El presupuesto incorpora medidas fiscales que favorecen tanto a las familias como a las empresas, incluyendo la prórroga de la exención de la tasa de apertura de negocios, bonificaciones en el IBI por la instalación de placas solares y mejoras de eficiencia energética, y una rebaja del 5,04% en el IBI urbano.
Además, se prevé una nueva fuente de ingresos de 575.000€ anuales gracias al contrato de estacionamiento regulado, así como la suspensión de las tasas por terrazas y eventos en temporada baja como medida de apoyo a la hostelería y comercio local.
Por su parte, Ximo Perles, portavoz de Compromís, ha reconocido las limitaciones impuestas por las reglas fiscales actuales, pero ha afirmado que el presupuesto presentado es el que «hemos podido hacer con las restricciones actuales».
Perles ha destacado que, aunque no se pueden resolver todos los problemas, las medidas reflejan una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, con más servicios de mantenimiento de edificios y la creación de una piscina municipal gratuita para personas con enfermedades como fibromialgia o usuarios de servicios sociales.
El concejal del PSOE, Guillermo Sendra, ha centrado su intervención en la planificación de inversiones recogida en el presupuesto, destacando que las cuentas reflejan una «verdadera voluntad de desatascar proyectos antiguos» como la renovación del paseo marítimo de la Fossa, la urbanización del Vial J, y la creación de una nueva oficina de turismo.
A pesar de la necesidad de más recursos, Sendra ha valorado positivamente la voluntad del gobierno local de abordar estas inversiones de manera concreta y práctica, respondiendo a las «necesidades reales de la ciudadanía».
Juan Manuel del Pino, concejal de Somos Calpe, ha resaltado el acuerdo alcanzado dentro del actual equipo de gobierno tripartito, subrayando que es un ejemplo de que «diferentes sensibilidades políticas e ideológicas se ponen de acuerdo en cuestiones económicas».
Del Pino ha destacado que, aunque los debates políticos puedan persistir, «en la calle se percibe que se están haciendo cosas importantes que mejoran la vida de los calpinos», y defendió que el presupuesto va en esa dirección.
Oposición
Desde la oposición, Toni Tur, portavoz de Defendamos Calpe, ha expresado sus dudas sobre la eficacia del presupuesto, acusando al documento de tener «más carga política y publicitaria que efectos prácticos».
Tur ha criticado la baja ejecución de partidas de subvenciones culturales aprobadas en años anteriores y pidió que los presupuestos se elaboren con más antelación, con más debate y consenso entre todos los grupos municipales.
En la misma línea, Miguel Crespo, portavoz del Partido Popular, también ha mostrado dudas sobre las prioridades del gobierno local, señalando que muchas de las inversiones en el capítulo 6 «son viejos conocidos», proyectos y reparaciones ya anunciados en ocasiones anteriores.
Crespo también ha mencionado el tema de la tasa de residuos, apuntando que el coste del servicio es significativamente menor que la recaudación y subrayando el «bajo nivel de satisfacción» de los vecinos con la limpieza.