Cultura

Francesc Server Mut comparte el Lletraferit con una obra que reivindica la creación desde Benissa

El autor benissero se alza ex aequo con el galardón de novela
Francesc Server Mut, galardonado por su novela "La novel·la sense nom" / Premis Lletraferit

La octava edición de los Premios Lletraferit ha vuelto a sonar con fuerza en la Marina Alta gracias al reconocimiento obtenido por Francesc Server Mut (Benissa, 1991). El escritor ha sido distinguido con el galardón de Novela por La novel·la sense nom, premio que comparte ex aequo con Magda Añón.

La organización ya experimentó esta fórmula en 2022, y repite ahora para destacar dos propuestas «ambiciosas y brillantes», según el jurado, que coinciden en una “ambición y ejecución excelentes”.

La entrega de premios se celebró el 5 de diciembre en la Sala Alfons el Magnànim del Centro Cultural La Beneficencia de Valencia, en un acto organizado por Llibres de la Drassana y la revista Lletraferit, con el apoyo de la Diputación de Valencia. Más de ciento cincuenta asistentes, autoridades culturales y miembros de la Acadèmia Valenciana de la Llengua se dieron cita en una gala conducida por Laura Grande.

Premis Lletraferit

La mirada literaria de Francesc Server Mut

Para Server Mut, cuya trayectoria se ha ido consolidando discretamente desde la comarca, este reconocimiento supone un impulso notable. Su obra, descrita como una pieza de alta volada literaria, indaga en el propio proceso de convertirse en escritor. El jurado ha resaltado su estructura polifónica y su manera de profundizar en “la creación artística, la admiración, la duda y la investigación de una voz propia”.

La novela galardonada reivindica un tipo de literatura que dialoga con la tradición sin renunciar a la experimentación. En ella, Server Mut examina cómo quienes viven volcados en la cultura conciben el mundo como una prolongación de su propio imaginario. El jurado ha valorado especialmente esa capacidad de unir introspección, homenaje y riesgo formal, situando al autor benissero entre las voces emergentes más estimulantes del panorama literario valenciano.

Magda Añón, una sorpresa radical

Junto a él, la alginetina Magdalena Añón Espert también ha sido premiada por Ai, Mília, una novela que rompe expectativas con un relato ambientado en la República, la Guerra Civil y la posguerra.

La obra destaca por su dureza y su atmósfera inquietante, que recuerda más al gótico norteamericano que a la narrativa valenciana tradicional. El jurado ha subrayado de su prosa que es “ligera, trepidante y desacomplexada, llena de giros y cambios de orden”.

Diafebus y Cultura Valenciana: otras distinciones de la noche

El Premio Diafebus de Novela Juvenil recayó en Karol Jabaloyas por Esperança Badia: la fetillera, una aventura situada en la Valencia del siglo XVII que ha destacado por su equilibrio entre intriga, fantasía y emoción. El jurado ha alabado su estilo “vibrante” y su capacidad para mantener la tensión narrativa.

Además, el Premio Lletraferit de Cultura Valenciana distinguió la trayectoria del poeta Marc Granell, cuya obra fue presentada por el editor Toni Sabater, recordando que en sus versos “está casi todo: una presencia enorme de la muerte…, la memoria, la resistencia…, la defensa de la valencianidad… y ese conjunto de verdades incómodas pero tan necesarias”.

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