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Adiós a Rovellet, una leyenda de la pelota valenciana

Antoni Reig Ventura, 'Rovellet', deja un legado de elegancia y maestría en el deporte autóctono valenciano
Antonio Reig "Rovellet" / FPCV

El mundo de la piloto valenciana llora la pérdida de una de sus figuras más icónicas, Antonio Reig Ventura, 'Rovellet', quien nos ha dejado a los 93 años. Nacido en calle Pelayo de Valencia en 1932, Rovellet se consagró como una de las grandes leyendas de nuestro deporte, compartiendo espacio en la galería del Trinquete de Pelayo con mitos como el Nel de Murla, el Niño de Quart, Juliet de Alginet i Paco Cabanes 'El Genovés'.

Una trayectoria de más de tres décadas de triunfos

Hijo del también pelotari Yema de Denia, Rovellet debutó como profesional con sólo 15 años, pisando trinquetes emblemáticos como los de Pedreguer, Carcaixent y Simat de la Valldigna. Su calidad y elegancia le convirtieron en el número 1 durante más de dos décadas, disputando apasionantes duelos con figuras como Juliet de Alginet y Eusebio de Riola.

El año 1970, se proclamó Campeón Nacional de Escala y Cuerda, consolidándose como un referente en este deporte. Durante su carrera, también ganó admiración en la provincia de Castellón, siendo muy solicitado en trinquetes como los de Villarreal, Burriana, Castellón y Moncofa.

Reconocido por su elegancia y caballerosidad

En el juego de Rovellet destacaba por su fuerza, técnica, inteligencia y colocación sobre las losas. Fuera del trinquete, era conocido por su bonhomía y su sonrisa fácil, ganándose el cariño y la admiración de aficionados y rivales por igual. Su caballerosidad y honradez son valores que todavía perduran en la memoria de todos los que gozaron de su juego.

Un legado inmortal

Rovellet no sólo dejó huella dentro del trinquete, sino también en las instituciones y la cultura valenciana. El trinquete de Dénia lleva su nombre, e incluso cuenta con un pasodoble dedicado en 1971 por el compositor Alberto Martín. Su trayectoria fue reconocida con galardones como el Premio del 9 de Octubre de la Generalitat Valenciana (2017) y el reconocimiento del Ayuntamiento de Valencia en 2014.

Con el adiós de Rovellet, el mundo de la piloto valenciana pierde uno de sus máximos exponentes, pero el suyo legado de elegancia, fuerza y ​​valores humanos permanecerá vivo en la historia y el corazón de todos los amantes del deporte autóctono.

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