El Ayuntamiento de Calp explica que tras la entrada en vigor del decreto 64/2020 del Consell para la conservación de la posidonia, especie endémica del mar Mediterráneo de gran valor ecológico, mantendrá los restos de estas praderas en sus playas a lo largo del verano. De esta forma el consistorio sale al paso de las continuas quejas de los bañistas, poco acostumbrados a esta situación en el litoral calpino, y es que, hasta el momento, la concejalía de Playas retiraba los restos de posidonia oceánica durante la temporada estival, con el fin de no causar molestias a los turistas.
Sin embargo, inciden fuentes municipales, la nueva norma autonómica impide su retirada. Una medida, remarcan, con la que se pretende preservar el importante papel que esta planta desempeña a nivel medioambiental.
Desde la concejalía de Playas, su máximo responsable, Matías Torres, si bien entiende que es necesario proteger la posidonia, no comparte la obligación impuesta por el Consell con este decreto, solicitando a la Conselleria que sea menos estricta y recuerde la importancia del turismo en la economía local.
De esta manera, Calp, mantienen los restos de posidonia en Cantal Roig y Puerto Blanco, mientras que, como la normativa lo permite, el Ayuntamiento ha desplazado estos restos a un lateral de la playa en la cala Calalga. Y en la cala del Morelló los ha acumulado en el extremo oeste de la playa, en la zona del Borumbot.
En el caso de la Fossa, como el decreto autonómico prevé esta posibilidad, el Ayuntamiento solicitó ayer a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica autorización para retirar estos restos debido a que se trata de una playa con un tamaño reducido en la que hay gran afluencia turística, así como gran cantidad de servicios turísticos. Todo ello hace que no tenga espacio suficiente para albergar los acopios de estas plantas marinas.
También ha solicitado permiso para hacer lo mismo en el Arenal-Bol pero sólo por motivos puntuales derivados del estado del mar y siempre que se pueda los restos se acopiarán en los extremos de la playa. El Ayuntamiento pretende trasladar estos restos a una parcela propiedad municipal durante la temporada estival y el 30 de septiembre los devolvería a la playa finalizado el período de baño.
El concejal defiende la acción de cribado de los arribazones, porque según indica, la posidonia llega a la orilla de la playa, entremezclada de plásticos, mascarillas y otros residuos que devuelve el mar.
Necesaria Concienciación
Por otro lado, el Ayuntamiento ha destacado la necesidad de sensibilizar a los bañistas sobre la pradera oceánica ya que tienden a considerarla como suciedad. Torres reconoce que son muchas las quejas que están recibiendo en el ayuntamiento por esta situación. Pero lo cierto es que la presencia de restos de esta especie tanto en el agua como en la arena son una clara señal de la buena calidad del agua e indican que esta, está limpia y libre de contaminación.
El concejal le indica a la Conselleria que si quiere salvaguardar posidonia, debe preocuparse por el daño que la ampliación de la piscifactoría conllevará a las actuales praderas de esta especie.