Gastronomia

Polp sec, un manjar de nuestros marineros

Ver secar el pulpo es una de las imágenes más bonitas de Dénia

Es probable que muchos de nosotros hayamos escuchado, junto al abuelo, historias de marineros a la luz del fuego de la chimenea, esas que pasan de padres a hijos y parece que siempre vamos a conservar para nosotros en un lugar especial. Los que proceden de familia de marineros saben de lo que hablamos, porque el mar, nuestra mar, es muy caprichosa y no siempre se deja.

Cuántas veces nos han contado cómo se cogían los pulpos, cuántas. El pulpo seco forma parte de la idiosincrasia de Dénia y eso lo sabemos todos. El pulpo seco empezó a secarse en los barcos, ya que se consumía como sustituto del tabaco para los marineros que pasaban tanto tiempo en el mar.

La imagen de pulpos secándose al sol es una de las más típicas de la capital comarcal y que antiguamente era tan habitual. Actualmente, se puede ver solo en algunos restaurantes y es todo un lujo. El secar el pulpo al sol y la brisa marina no es tan sencillo como parece, es un arte que requiere unas condiciones que se dan en ciertos meses del año. Hay que controlar la humedad para que no entorpezca el proceso de secado. Lo más importante de este plato es lavar bien el pulpo antes de dejarlo secar y lo recogemos al atardecer para que la humedad no lo estropee.

Cuando ya está en su punto de secado, los mejores chefs saben cómo tostarlo. Las patas se ponen a la llama o en una plancha de hierro hasta que estén bien doradas. Después, cortamos en rodajas finitas y se adereza con un buen aceite de oliva ya solo queda prepararse para degustar un manjar. ¡A comer, qué no se enfríe!

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