Nuestra Marina Alta está llena de pueblecitos rebosantes de encanto Mediterráneo y, además, posee una costa excepcional. Un ejemplo es El Poble Nou de Benitatxell, un pequeño municipio situado entre Jávea y Moraira, de 12 km² de extensión y perfecto para pasar unas vacaciones.
Playas de ensueño
La costa de Benitatxell es sorprendente. En tan solo dos kilómetros, se puede disfrutar de calas sorprendentes, con aguas cristalinas y cuevas submarinas. Te hablamos de tres de ellas, en las que pasar un día de familia o disfrutar de una jornada de submarinismo o esnórquel.
- Cala Testos. Uno de los mayores atractivos de esta cala es la exclusividad por la dificultad del acceso. Es necesario descender un barranco o utilizar una embarcación. Si decides visitarla bajando la escarpada pared, te recomendamos que utilices tu propio equipo de escalada. El único elemento disponible para llegar por tierra es una cuerda.
- Cala Llebeig. La cala de Llebeig es otra cala virgen, sin servicios turísticos, aunque con un encanto especial. Tiene una playa de roca y grava, y algunas cuevas.
- Cala del Moraig. Es una de las calas de moda en las redes sociales. Aguas de azul intenso, acantilados y cuevas marinas hacen de este lugar un rincón excepcional. Al llegar encontramos la Cova dels Arcs, que podemos decir que es el lugar más fotografiado. Se trata de una cueva natural con entrada de mar en la que destacan tres arcos, de ahí su nombre. En sus aguas se adentran buceadores expertos que visitan las cuevas submarinas que hay en el interior.
De paseo por el centro histórico
Destaca en el pueblo la iglesia que preside la población, de alto interés arquitectónico. Si bien el pueblo es bonito, lo más destacable son los cultivos de almendros y uva que hay alrededor. También llaman la atención los riuraus, unas construcciones típicas destinadas a secar la uva.
Las viñas
Otra actividad, es la degustación de la uva cultivada en la zona, la moscatel en sus diferentes formas. La agricultura de la población se basa en esta plantación en particular, representando cerca del 80 % de la tierra destinada a labores agrícolas. Puedes conocer las labores de secado o probar un vino de moscatel elaborado en la zona.
De ruta
Toda la zona de costa está formada por acantilados, con caminos milenarios que merece la pena recorrer. La Ruta de los Acantilados es la principal. Además de las impresionantes vistas al mar Mediterráneo, te llamarán la atención los cerramientos con piedras de algunas cuevas. Dicen que sirvieron en su día de refugio para lugareños y también para contrabandistas.
Otra ruta recomendada es la del Riu del Moraig. La principal curiosidad de este camino es la llegada a una cavidad en la que desemboca el río subterráneo Moraig, también llamado Riu Blanc. Allí se junta el agua dulce que llega del subsuelo con la del mar, creando una imagen similar a la de un pozo. Es muy peligroso nadar o bucear en ella, así que no es recomendable bajar.
Los miradores
Una quinta actividad que te proponemos es la de visitar los miradores. Al ser una zona montañosa y al borde del mar, las vistas son espectaculares. Puedes elegir entre los siguientes:
- Mirador el Portalet. Está en pleno núcleo urbano de El Poble Nou. Puedes ver todos los campos y los viñedos desde aquí.
- Mirador Los Tiestos. Desde lo alto de la cala dels Testos se puede disfrutar de una magnífica vista del Mediterráneo.
- Mirador Moraig. Al igual que en el caso anterior, puede verse el mar Mediterráneo en todo su esplendor, además de la falla del Moraig.
- Miradores Cantal de Gener y Punta de l’Alderà. Además de las vistas al mar, este mirador te impresionará por lo escarpado de sus acantilados.
- Mirador Puig Llorença. Desde este mirador tendrás una vista espectacular de 360º.
