Ferrán Molina Cervera, el veterano centrocampista de 32 años, ha decidido poner punto y final a su carrera como jugador de fútbol, cerrando un ciclo de grandes momentos en el deporte. Procedente de una familia futbolera, donde su padre Paco Molina fue una pieza clave tanto como jugador como entrenador juvenil en el CD Dénia, y su tío Víctor Molina, un referente en la primera promoción del club que ascendió a Segunda División B, Ferrán ha vivido su vida rodeado de fútbol y pasión por los colores amarillos.
De promesa a referente
Ferrán comenzó su carrera en los equipos inferiores de la Escuela Municipal FB Dénia, donde rápidamente destacó por su carácter y liderazgo dentro del campo, cualidades que lo catapultaron a ser un pilar fundamental en el primer equipo. Su debut en la temporada 2012-13 fue en Tercera División, aunque esa campaña fue especialmente amarga al ver al Dénia descender a Preferente.
Luchador en las promociones
Durante su trayectoria, Ferrán vivió momentos de gloria y frustración. En la temporada 2015-16, participó en una promoción de ascenso a Tercera División bajo la dirección de Juan Carlos Signes, pero, desgraciadamente, el CD Utiel les impidió dar el salto. La temporada 2017-18 trajo consigo otra dura eliminación en promoción, esta vez a manos del CF Vilamarxant, lo que marcó otra frustrante oportunidad perdida.
El regreso a su casa
Después de dejar el CD Dénia al final de esa campaña, Ferrán continuó su carrera en el CD Jávea, donde se convirtió en un jugador muy querido y respetado por la afición xabiera durante cuatro temporadas. No obstante, su amor por el CD Dénia, el club de su vida, lo llevó a regresar a la que siempre había sido su casa, para vivir los últimos capítulos de su carrera en el equipo que lo vio crecer.
Un adiós agridulce
Este último partido de Ferrán con la camiseta del CD Dénia en el campo Diego Mena estuvo marcado por un reconocimiento a su larga trayectoria, aunque fue un acto que no tuvo la asistencia de público que merecía un jugador de su calibre y trayectoria. Ferrán Molina siempre será recordado por su liderazgo, dedicación y amor por el fútbol. Si bien recibió su homenaje en un entorno más íntimo de lo esperado, su legado permanecerá para siempre en la memoria de los aficionados.
El CD Dénia le debe un homenaje más grande y lleno de la calidez y cariño que siempre mostró en el campo. Ferrán merece una despedida más emotiva, rodeado del público que lo vio crecer y convertirse en uno de los grandes referentes del fútbol local.
