La puesta en marcha del servicio de recogida de residuos «Porta a Porta» ha sido un éxito rotundo en su primer día de funcionamiento, con una participación destacada por parte de los vecinos y vecinas del municipio.
Casi el 100% de los hogares han mostrado una separación correcta de los residuos orgánicos, lo que permitirá la creación de un compost de alta calidad que se repartirá entre la población una vez termine su proceso de maduración, que se estima en tres meses.
Un esfuerzo colectivo previo
Este arranque no ha sido fruto de la casualidad. Desde meses antes, el Ajuntament de la Vall de Gallinera había desplegado la campaña informativa «La Vall Verda: Què fem amb el fem?», que incluyó un intenso calendario de actividades.
Con ocho reuniones informativas en los diferentes núcleos, visitas a las composteras ya en funcionamiento en la Atzúbia, entrega de material formativo y atención directa de la educadora ambiental, la campaña ha logrado que la ciudadanía se implicara activamente en el proceso. La iniciativa también contó con la distribución de píldoras informativas a través de las redes sociales y canales de mensajería.
Sostenibilidad como eje central
El proyecto de «La Vall Verda» tiene como objetivo transformar los residuos en una oportunidad sostenible para la región. Mediante un modelo de economía circular, los residuos orgánicos que antes se depositaban en vertederos se convertirán en compost de gran valor. Además, se espera que este modelo reduzca los costos del servicio y contribuya a un entorno más saludable y respetuoso con el medio ambiente.
Desde el municipio se reconoce que este es solo el primer paso de un largo camino hacia un modelo de gestión más eficiente y ecológico. En palabras de los responsables del proyecto: “Es un inicio complejo, pero con buena voluntad lo haremos bien, y si cometemos algún error, rectificaremos y aprenderemos”.
La implementación de una tasa variable vinculada al rechazo de residuos ya ha dado resultados visibles, con una reducción en la tasa fija para los vecinos. Esta medida busca incentivar la separación de los residuos reciclables y disminuir el volumen de basura enviada a los vertederos. El sistema será beneficioso a largo plazo, con un control más preciso sobre los costos del servicio, lo que permitirá un modelo de gestión más justo, en el que quien menos contamina, menos paga.
A pesar de las buenas noticias, el cambio también supone retos para los hábitos de los ciudadanos. Por ello, el Ayuntamiento ha informado de varias medidas de apoyo, como la disponibilidad de bolsas rojas especiales para el rechazo de residuos, que pueden adquirirse en varios puntos del municipio. Además, el material sanitario, como los pañales y compresas, no estará gravado con tasa, y podrán ser depositados todos los días en la recogida Porta a Porta.
Este modelo, que ya ha comenzado con un alto nivel de implicación por parte de la ciudadanía, busca garantizar un futuro más sostenible para la Vall de Gallinera, y es una clara apuesta por dejar un entorno más saludable a las futuras generaciones.
