
Marina Colvee, bióloga y natural de Dénia ha diseñado el proyecto The Marine Lab. Este consiste en la creación de arrecifes para reducir la erosión y crear una mayor biodiversidad en las playas. Decidieron imprimir las estructuras en un formato 3D para ponerlas debajo del agua. Estos arrecifes se fabrican con cemento, pero están modificados para el medio marino. Concretamente, llevan un reforzado de carbonato de calcio, tienen una densidad diferente al cemento común y un ph distinto. De esta forma, resulta más atractivo para que los organismos se establezcan en ese entorno.
La creación a través de la impresión 3D se hace con rapidez y se utiliza poco material, con lo que se consigue una efectividad máxima. Están fabricados en unas impresoras de más de 3 metros de altura y las piezas se crean con un tamaño de 1m de alto por 1m de ancho. Estas estructuras son modulares y multidireccionales. Así, cuando la ola golpea se disipa hacia varias direcciones.
Las estructuras se están fabricando en Valencia, en una empresa especializada en la impresión de cemento. Colvee ideó el boceto a través de sus ideas y lo presentó a la compañía, que se encargó de hacerlo realidad.
Para su instalación, se ha elegido la playa Blay Beach, en Dénia, una zona especialmente afectada por la erosión. Asimismo, a tan solo 200 metros de la costa hay una escollera submarina que ha traído vida y ha parado la erosión. Desde la organización de Colvee, pensaron que ponerlo cerca sería una buena opción para mejorar el entorno marino.
Aunque la fecha para poner los arrecifes no está clara, Colvee estima que podría llevarse a cabo en unos seis o siete meses, ya que es necesario superar diversos trámites burocráticos. En un contexto en el que la Comunitat Valenciana enfrenta serios problemas de erosión costera, esta iniciativa representa una posible solución sostenible. Para la bióloga, lo más emocionante de todo esto para ella ha sido cómo sus ideas reciben apoyo y el proyecto sigue avanzando.
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