
El Ayuntamiento de Dénia ha aprobado, inicialmente, la modificación de la ordenanza municipal reguladora sobre prevención de la acústica. Y es que la actual normativa data del año 1994.
La modificación se adapta a las nuevas exigencias sociales y legislativas, buscando garantizar una mejor calidad de vida para la comunidad.
La edil de Transición Ecológica, Sandra Gertrúdix ha explicado, entre otros aspectos, que se alinea con las últimas normativas estatales y autonómicas sobre protección contra la contaminación acústica. Y ha detallado algunas de las modificaciones y cambios introducidos en la ordenanza municipal.
Entre las principales, el horario especial de verano, a la hora de realizar trabajos en la vía pública y edificación. Así, “durante los meses de julio y agosto solo se podrán realizar pequeños trabajos de obra menor en horario de 9 a 14 horas, siempre que no produzcan ruidos ni molestias a los vecinos que perturben el descanso. Quedando prohibidas todas las obras en el resto de tramos horarios”.
También se actualizan los regímenes de sanciones e infracciones, con lo previsto en la Ley Estatal.
La ordenanza establece medidas preventivas para evitar la contaminación acústica en sus formas más comunes, como el ruido y las vibraciones, en todo el municipio, enfocándose especialmente en zonas residenciales, comerciales e industriales.
Se implementarán planes y mapas acústicos para evaluar y gestionar los niveles de ruido en distintas zonas, identificando áreas problemáticas y adoptando medidas para reducir la contaminación sonora, buscando que se ajusten a los niveles establecidos por la legislación vigente.
Las actividades comerciales, industriales y de ocio deberán cumplir con estrictos estándares de insonorización y control acústico. Se exigirá que los establecimientos presenten estudios acústicos antes de su apertura, y los establecimientos de ocio y bares deberán someterse a auditorías acústicas cada cinco años.
La ordenanza regula la emisión de ruidos provenientes de vehículos, prohibiendo el uso excesivo de dispositivos acústicos como bocinas, y estableciendo sanciones para quienes no mantengan sus vehículos en condiciones que minimicen la contaminación sonora.
La normativa también aboga por una convivencia respetuosa entre los ciudadanos, estableciendo límites estrictos a actividades que puedan perturbar el descanso, como fiestas ruidosas o el uso inadecuado de electrodomésticos y sistemas de sonido.
Se han establecido tres categorías de infracción (leves, graves y muy graves), con multas que varían entre los 60 y 60,000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. Las infracciones más graves pueden incluso llevar a la clausura de actividades o la retirada de licencias.
En caso de que se detecten infracciones, se podrán adoptar medidas inmediatas, como la paralización de actividades ruidosas o la inmovilización de vehículos que superen los niveles permitidos de ruido.