Casas estrechas pintadas de cualquier color y adornadas con algún motivo, rincones con mucho encanto como por ejemplo las plazas de Sant Antoni y de la Creu. Conocida por todos, la plaza de la Creu guarda una cruz de piedra que da nombre a la plaza y un plafón devocional del S. XVIII.
Ante tanta historia, algo sorprende nuestro recorrido, y es que entre las dos plazas se encuentra una escultura de bronce de tamaño real que representa la figura de un playmóbil, en homenaje al 50 aniversario del rodaje en la ciudad de la película El Capitán Jones. Un contraste que su artista José Luis Saldaña, ha sabido encajar para que además sea punto de foto para los más pequeños.
Es el lugar ideal para perderse sin reparar en el tráfico, ya que es peatonal en su mayoría. Para disfrute de todos, y como no podía ser de otro modo en la ciudad de la gastronomía, tenemos peculiares lugares donde degustar un bocado.