Jávea tiene gran cantidad de joyas escondidas y no tan escondidas. Sin duda, sus playas brillan con luz propia. Es uno de los municipios de la comarca que más visitantes recibe durante los meses de verano por el atractivo de sus costas. No es ningún secreto que en Jávea se encuentra una de las playas más reconocidas y mejor valoradas de toda la Comunidad Valenciana: la Cala Granadella fue nombrada como la mejor playa de España durante dos años consecutivos. Pero además de esta fantástica cala, Jávea esconde otros lugares donde darte un buen baño si el clima lo permite o pasear mientras admiras su belleza. Estas son las calas más impresionantes de Jávea.
Cala Barraca o Portitxol
Esta es la conocida cala donde todo el que la vista se hace una fotografía para presumir de estampa mediterránea. La combinación entre las barracas blancas de pescadores, las puertas azules y las aguas turquesas hacen de esta cala de grava un paisaje inigualable.
Su popularidad ha provocado que durante los meses de verano el nivel de ocupación de esta playa sea alto.
Cala Ambolo
La Cala Ambolo es la única playa nudista del litoral de Jávea. Es una playa virgen, sin servicios y para acceder es recomendable llevar calzado deportivo puesto que hay que bajar escaleras y caminar entre las piedras.
Sus aguas cristalinas convierten a esta playa en un lugar ideal para hacer snorkel. ¡Ojo! Antes de ir debemos comprobar si está abierta al público ya que puede que se encuentre cerrada por riesgo de desprendimientos.
Cala Blanca
A esta cala se puede llegar caminando desde El Arenal aunque también se puede acceder en coche. Su nombre deriva del color blanquecino de la roca. Está compuesta por dos calas contiguas de piedra. La primera tiene una longitud de unos 80 metros y la segunda de unos 40 metros. Las separa un gran agujero en la roca por el que se puede cruzar a pie, el cual es también uno de los atractivos de la cala.
La Granadella
Es una preciosa playa de cantos rodados con una forma muy particular. La pequeña bahía está encajonada entre los acantilados dando lugar a un paisaje espectacular.
Esta cala se sitúa a unos 15 o 20 minutos en coche desde el pueblo. Se accede a través de una carretera secundaria aunque durante los meses de julio y agosto los aparcamientos se completan rápidamente. También durante los meses de máxima ocupación se ha establecido un sistema de aforo máximo diario donde se limita el número de personas y de vehículos que pueden acceder.
Los mejores meses para visitarla si queremos evitar masificaciones son mayo y septiembre, momento en el que podremos disfrutar de este paraíso con total tranquilidad. No obstante y a pesar de su popularidad, esta cala sigue manteniendo un aspecto natural y salvaje.
Partiendo desde la cala hay un sendero señalizado que nos lleva hasta el Castell de la Granadella, un fortín defensivo del siglo XVIII. Desde el camino podrás contemplar maravillosas vistas de la cala.
Cala Sardinera
La Cala Sardinera es una de las menos conocidas de la localidad. Probablemente porque su acceso es más tedioso. A diferencia de las anteriores no se puede aparcar en las inmediaciones de la playa. Hay que bajar por un camino de tierra que en ocasiones puede presentar dificultades.
El sendero parte de la Cruz del Portitxol y se tarda aproximadamente 20 minutos en llegar a la cala. El entorno en el que se encuentra es completamente natural lo que convierte a la cala en un lugar ideal para el relax.