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Experiencia positiva del “Let it Be” en Portugal

El monotipo del Real Club Náutico Dénia participó en el Campeonato de Europa Corinthian de la clase J70 en Cascais
Tripulación del "Let it Be" / RCN Dénia

El monotipo «Let it be», del Real Club Náutico de Dénia, protagonizó una participación memorable en el primer Campeonato de Europa Corinthian de la clase J70, celebrado en la costa portuguesa de Cascais. La regata, que reunió a destacados equipos de toda Europa, estuvo marcada por condiciones extremas que pusieron a prueba la resistencia física y mental de los regatistas, quienes tuvieron que enfrentarse a varios desafíos imprevistos a lo largo del evento.

Aunque Juan Calvo Boronat, patrón del barco durante los últimos siete años, no pudo estar presente por razones personales, el equipo español decidió mantener su participación. Con una reorganización a bordo, la tripulación dio una lección de resiliencia y adaptabilidad. Para cubrir el vacío dejado por el patrón, se incorporaron nuevos miembros, y las funciones a bordo fueron rotando entre los distintos tripulantes.

La alineación final del «Let it be» estuvo compuesta por:

  • Michael Murray Cristóbal, timonel.
  • Salvador Roig Fabregat, trimmer de mayor y táctico.
  • Diego Fernández de Alegría Rossich, trimmer de spinnaker.
  • Sergi Pérez de la Iglesia, trimmer de foque.
  • Marcelo Baltzer Foucher, proel.

El clima en Cascais, sin embargo, no fue precisamente benévolo. La región sufrió un otoño marcado por borrascas continuas que impidieron a la tripulación realizar los entrenamientos previstos, lo que ya de por sí era un obstáculo serio. A pesar de estos contratiempos, lo peor estaba por llegar. Durante la regata de entrenamiento, los vientos alcanzaron los 20 nudos, mientras que las olas se elevaron hasta los tres o cuatro metros, lo que puso a prueba la destreza y el temple de los tripulantes, quienes, a pesar de la adversidad, mostraron una gran capacidad de adaptación.

En medio de este escenario hostil, el «Let it be» mantuvo una actitud ejemplar. Cada miembro de la tripulación asumió su rol con la máxima dedicación, luchando con todas sus fuerzas para superar los elementos y aprender de cada maniobra. La experiencia resultó ser no solo un desafío deportivo, sino también un enriquecimiento humano. Las intensas condiciones crearon una fuerte unión dentro del equipo, que vivió la regata como una experiencia única, con aprendizajes tanto a nivel técnico como personal.

Aunque los resultados finales no fueron los esperados, la participación del «Let it be2 en el primer Campeonato de Europa Corinthian de la clase J70 en Cascais se recordará como una demostración de coraje, trabajo en equipo y pasión por la vela. Una experiencia inolvidable que deja al equipo con la mirada puesta en futuros retos, sabiendo que la superación en el mar no solo se mide por los resultados, sino por el espíritu con el que se navega.

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